cualquier oportunidad que esté por llegar.
Guardo lo que puedo, dejando lo mínimo material
y sin poder disfrutar como antes.
y sin poder disfrutar como antes.
Recibo a contracorriente, aunque sea ajeno, el injusto desempleo.
Pero aún estoy aquí. Contigo, con vosotr@s, con ell@s...
Y celebro haber estado en Venecia hace 19 días,
no hace 13, cuando se inundó.
no hace 13, cuando se inundó.
Celebro cambiar de piso en 3 semanas,
no en septiembre, cuando los estudiantes los hayan agotado;
no en septiembre, cuando los estudiantes los hayan agotado;
y celebro haber plegado pronto del trabajo el jueves pasado
sin haber pasado bajo aquel enorme árbol
cuando cayó en la puerta a la hora en que suelo pasar.
sin haber pasado bajo aquel enorme árbol
cuando cayó en la puerta a la hora en que suelo pasar.
Así ha de ser el (des)orden de las cosas ahora mismo...?
Yo confío en ti, vida.
Y acepto la verdad, aunque a veces sea tan y tan difícil
explicarla a quien tiene derecho a saberla.
Asumo las consecuencias de no esconderla...
y aplaudo a quien es capaz de escuchar
la respuesta a sus propias preguntas.
Yo sigo confiando en ti, vida.
Porque todo cae por su propio peso
(como los eucaliptus de Llars Mundet, jejeje).